Comprender todas las etapas de la producción de leche es importante para un productor lechero exitoso. Entre las etapas, se destaca una de ellas: el período seco de las vacas, considerado el más significativo para una buena lactancia.
El cuidado de la vaca lechera debe ocurrir incluso antes de que entre en trabajo de parto, observando desde el ambiente adecuado, la alimentación correcta e incluso la cantidad de agua que debe ingerir el animal.
En el período poco lluvioso, ofrecer buenas condiciones para que la vaca tenga el ternero con seguridad garantiza calidad de vida no solo para ella sino también para el ternero. Además, los resultados también son positivos en las etapas posteriores, con mayor producción de leche y una vaca que tendrá una nueva lactancia sin daños.
Pero, después de todo, ¿por qué este período seco es tan importante para la vaca? ¿Qué precauciones se deben adoptar? ¿Cómo se debe alimentar a una vaca durante la estación seca? Para conocer las respuestas a estas y otras preguntas, sigue leyendo este artículo.
El período seco consiste en los dos últimos meses de gestación de la vaca, en los cuales se deben adoptar algunas prácticas para asegurar buenas condiciones durante el parto y la salud del ternero. A partir de esta fecha, la vaca lactante debe pasar por el secado y ya no ser ordeñada, cesando los estímulos para la producción de leche hasta el momento del parto.
Independientemente de la producción de leche, la vaca debe secarse 60 días antes del parto, para que las células de la glándula mamaria se intensifiquen y se regeneren, asegurando una acumulación de anticuerpos, preparándola así para una nueva lactancia.
La producción y calidad del calostro es fundamental para la supervivencia del ternero, ya que es a través de estos nutrientes que el ternero se desarrolla en los primeros días.
El manejo de la vaca debe realizarse durante todo el período de lactación, para que en la época seca presente buenas condiciones sanitarias y nutricionales. Si es necesario, se debe ofrecer un suplemento a aquellos en condiciones de la parte inferior del cuerpo. Este no es solo un momento de descanso para la vaca lechera, sino también un período para que ella reponga sus reservas para que pueda parir y producir leche de calidad en la próxima lactancia.
Sin una nutrición y un manejo adecuados, la vaca puede tener una baja producción de leche, tener una vida reproductiva reducida, así como prolongar el trabajo de parto y dar a luz terneros débiles. Además, pueden surgir problemas metabólicos e infecciosos, como hipocalcemia o fiebre de leche; cetosis; desplazamiento del abomaso; placenta retenida y mastitis, que pueden causar la muerte del animal.
De esta forma, tanto la nutrición como el manejo adecuado aseguran una buena producción de leche, además de buenas condiciones sanitarias y reproductivas.
O período seco ocorre entre duas lactações, o que é importante para que a glândula mamária da vaca leiteira se regenere para a próxima lactação. Durante esse processo, existem três fases bem distintas e que exigem cuidados diferentes.
Esta fase se caracteriza por las primeras 4 a 6 semanas antes del período seco, después de la interrupción de la extracción de leche. Durante este período, el tratamiento con antibióticos intramamarios es fundamental como una forma de prevenir la multiplicación de agentes en la glándula mamaria, combatiendo las infecciones que pueden desarrollarse en esta etapa.
De las tres fases, esta es la que representa mayor riesgo de infección intramamaria, ya que se interrumpe la extracción de leche y se produce un aumento de la presión en la mama, lo que provoca la degradación de las células de la glándula mamaria y la dilatación del pezón.
Por lo tanto, el cuidado, tanto con la vaca seca como con el ambiente donde estará durante el período seco, es fundamental para prevenir la mastitis. Para asegurar esto, es necesario que el tejido de la ubre se recupere antes de la próxima lactancia. Por lo tanto, se debe ofrecer al animal materia seca de forrajes para su ingesta.
Además, el pienso puede complementarse con proteínas, minerales y vitaminas, pero la vaca seca no debe engordar demasiado, para no poner en peligro el parto ni la fase de lactancia.
Durante las últimas 2 y 3 semanas del período seco, la vaca experimenta cambios tanto hormonales como metabólicos debido al aumento de nutrientes, crecimiento fetal, baja inmunidad, entre otros factores. A medida que se acerca el parto, se debe reducir al máximo el nivel de estrés y minimizar los impactos negativos que pueda sufrir la vaca al inicio de la lactación.
La vaca se está preparando para el parto y la lactancia, y hasta la siguiente etapa, el animal tiene un bajo consumo de materia seca, a pesar de que el ternero está en crecimiento. Por lo tanto, es necesario preparar a la vaca lechera para la producción de calostro, el parto y el inicio de la lactancia. El animal debe tener una dieta con un adecuado aporte de materia seca y menos densa en relación a la lactancia.
Es bueno recordar que, sin un correcto manejo, existe la posibilidad de que el animal presente enfermedades metabólicas como hipocalcemia y retención de placenta, además de perjudicar al animal en una nueva reproducción y lactancia.
Durante el período de preparto, la vaca debe tener una condición corporal dentro del rango normal, es decir, de 1 a 5 y el puntaje corporal debe estar entre 3 y 4. Además, debe ser consciente del entorno en el que estará la vaca. El sitio debe tener una buena cobertura vegetal, baja humedad y suficiente sombra.
Por lo tanto, se debe tener cuidado, como:
En el puerperio, el principal objetivo es conseguir que el animal tenga un inicio de lactación sin complicaciones y se recupere lo mejor posible del parto. Esto significa buena productividad y salud durante la lactancia. Para ello, es necesario ofrecer una dieta equilibrada con alimentos de calidad y aumentar el consumo de materia seca.
Esto asegurará una vaca saludable durante el período de lactancia, mayor producción de leche, calostro de calidad, así como becerros sanos, reducción de trastornos metabólicos, entre otros factores.
Cada fase requiere cuidados y alimentación diferenciados para esta vaca lechera, sobre todo porque el animal sufre grandes cambios metabólicos y fisiológicos en un corto período de tiempo. Durante el possecado, las vacas reciben una dieta baja en energía pero rica en fibra, lo que facilita el proceso de secado.
Ya con los 21 días antes del parto, los contenidos de energía y proteína aumentan, en comparación con lo que se proporcionó durante la primera fase. Durante el período seco, las vacas necesitan diferentes nutrientes que las hembras lactantes, por lo que la planificación nutricional es fundamental.
Si durante el período previo al parto el consumo de alimentos está cayendo, por el contrario, las necesidades energéticas están aumentando, lo que requiere una buena nutrición y un buen manejo. Por lo tanto, reducir los impactos negativos durante el período seco proporciona una transición adecuada al inicio de la lactancia, lo que requiere una planificación nutricional para seguir algunas recomendaciones, tales como:
El criador de ganado lechero debe prestar atención a la alimentación de la vaca en el puerperio. Esto se debe a que la producción de leche aumenta rápidamente, alcanzando su punto máximo entre 6 y 8 semanas después del nacimiento del ternero. Sin embargo, la vaca no consume suficiente alimento para satisfacer las demandas de nutrientes necesarios para la producción de leche.
Como resultado, los tejidos adiposo y muscular gastan mucha energía, lo que favorece la pérdida de peso de la vaca. Para cubrir esta necesidad, se debe aumentar la cantidad de almidón (energía) y se debe evaluar el procesamiento de este alimento para garantizar un consumo ideal de nutrientes. La fibra que consumirá el animal no debe ser inferior al 28% de Fibra Detergente Neutro (FDN).
Con respecto a la fibra, el 21% FND debe ser físicamente efectivo, como una forma de estimular la rumia y mantener el funcionamiento del rumen. Otro nutriente que requiere atención para las vacas lecheras que acaban de parir es la proteína. Si se suministra correctamente durante el período inicial de lactancia, favorece el consumo de alimentos, ayudando al metabolismo del hígado, lo que favorece la producción de leche.
Recuerde, cuanto más productiva es la vaca, mayor es su necesidad de nutrientes.
Después del período de secado, la vaca lechera debe ser conducida a pastos con alimentos y forrajes de buena calidad para que pueda caminar y hacer ejercicio. No obstante, conviene recordar que el animal no debe realizar movimientos intensos, sobre todo al final de la gestación. También es necesario garantizar que la vaca seca no sufrirá golpes, ni que correrá o caminará largas distancias, lo que podría provocar un aborto traumático.
Otras precauciones que se deben adoptar para brindar comodidad al animal que se encuentra en la sala de maternidad son:
Un elemento que no puede pasar desapercibido para el ganadero lechero es el suministro de agua a las vacas secas. Este es considerado el insumo más importante para las vacas lecheras, sobre todo porque están pasando por un proceso fisiológico muy estresante.
Cuando una vaca lechera está lactando, ingiere, en promedio, 2,6 kg de agua por día. Esto da como resultado la producción de solo 1 litro de leche, por lo que está claro cuánto interfiere la ingesta de agua con la producción de leche de una granja. Para ello, se han previsto bebederos que facilitan la limpieza y renovación diaria del agua limpia. Además, cada bebedero debe servir entre 15 y 20 vacas, tener una distancia de 5 cm a 10 cm entre cada animal, tener 15 cm de profundidad y tener un caudal de 38 litros por minuto.
Como você pode ver neste artigo, adotar boas práticas de manejo bem como alimentação no período seco das vacas leiteiras proporciona qualidade de vida para o animal, além de bom resultado para os produtores de leite.
Ter vacas saudáveis durante o período seco e de lactação resulta em maiores produções de leite; os animais apresentam um colostro de excelente qualidade; as vacas têm menos chances de abortos; os bezerros nascem mais saudáveis; há uma maior lucratividade, entre outros fatores.
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